lunes, 26 de septiembre de 2011

Domingo


SALUD

Fobias tienen cura virtual

El miedo patológico es uno de los trastornos psicológicos más comunes. Sin embargo, es muy fácil de diagnosticar y curable con novedosos tratamientos.

EL PAÍS DE MADRID | ISABEL LANDA

Quién no ha sentido miedo a la altura, a algún insecto, a quedarse atrapado en el ascensor o a no encontrar la salida de emergencia. Son miedos normales y hasta razonables. Pero cuando se convierten en una barrera que impide llevar una vida normal, y generan estados de ansiedad desmesurada, es entonces cuando los miedos se convierten en fobias.

La fobia es un trastorno psicológico que tiene una amplia incidencia en la población mundial, fácil de diagnosticar y curable. Una de cada 20 personas padece una fobia a lo largo de su vida. Lo que significa que no es tan infrecuente tener miedos patológicos y que cualquiera puede sentirse un poco bicho raro. Un dato: tener una fobia aumenta en un 50% la posibilidad de tener otra. A veces los miedos patológicos desaparecen y son sustituidos por otros diferentes.

Nadie nace con fobias ni se heredan. Se aprenden a lo largo de la vida. Son miedos que existen en el proceso de aprendizaje de una persona y que en un momento determinado se convierten en algo irracional, que incapacita y limita. El detonante: desde un trauma hasta la forma en la que la familia o el entorno más próximo instruye el temor a las cosas.

El miedo es un elemento protector de supervivencia, sobre todo, en los niños que se estabiliza alrededor de los seis años para después sobre los nueve volver a experimentar un aumento transitorio. El ser humano está programado para tener miedo, herramienta útil para la supervivencia. En cambio, una fobia es un miedo irracional a algo, objeto o situación que no tiene la propiedad de evocar temor. Las reacciones fóbicas persisten en un tiempo determinado y no entienden de edades ni sexos. "Aunque las mujeres sufren más a menudo porque también viven más trastornos de ansiedad", explica Esther Arandia, psicóloga del Instituto Bumuin de Bilbao.

¿Pero por qué surgen? Los especialistas creen que haber vivido una situación traumática mal gestionada puede ser una de las causas. "Ocurre cuando se da una respuesta emocional más intensa de lo que sería normal. Ante esa respuesta intensa, la persona no quiere revivirla porque le resulta desagradable y empieza a tener conductas de evitación que se generalizan a otros campos", agrega la experta. Pone un ejemplo: "Un sujeto tiene una experiencia traumática en una plaza, con una crisis que le genera una gran ansiedad. A partir de ahí, evita pasar por ese lugar y por otros hasta que ese miedo se amplía a calles y otros lugares de forma irracional y limitante".

Pero no sólo existen fobias originadas por traumas. También se adquieren en el aprendizaje. Es decir, miedo a aquellas cosas que nos van induciendo. Es el caso de una familia en la que todos sus miembros tienen temor a las ratas sin que haya habido una experiencia directa. Pero siempre se han recreado en que las ratas son horribles, se transmiten experiencias y se instruye el miedo. De ahí salen las sagas de miedos familiares.

Sufrir una fobia es más común de lo que se cree. Es uno de los problemas psicológicos más asumidos por la gente, de los más populares y que cuesta menos identificar. Es fácil el diagnóstico y se cuenta con recursos eficaces y seguros para atenderlos. Enfrentarse a los problemas es una de las medicinas más eficaces junto a tratamiento psicológico y, en casos graves, ayuda farmacológica. "Las terapias son muy útiles. Consisten en una exposición gradual al estímulo fóbico con una guía que va enseñando al paciente a exponerse a la situación, acompañado de estrategias para disminuir su activación fisiológica, respiración y ritmo cardíaco, al tiempo que se le instruye para ir cambiando su pensamiento (terapia cognitiva conductual, programación neurolingüística). El objetivo es que en vez de pensar de manera catastrófica, piense que puede afrontar esa situación", explica Wenceslao Peñate Castro, catedrático de Psicología de la Universidad Tenerife e impulsor de las terapias de realidad virtual.

Este es uno de los tratamientos más innovadores actualmente: un sistema que permite recrear o reproducir escenarios del mundo real mediante programas y equipos especializados. Los terapeutas afirman que el 95% de las fobias se curan.

Quienes las padecen hablan de sudores fríos, temblores, tics, punzadas en el estómago y un ritmo cardíaco acelerado, entre los síntomas. La psicóloga Esther Arandia asegura que la más común que llega a su consulta es la agorafobia o miedo a los espacios abiertos, a salir a la calle, en sus más diversos grados. Ese es uno de los miedos irracionales más incapacitantes, porque en los casos graves el espacio vital del paciente queda reducido a la casa.

En total, existen 248 fobias reconocidas. Algunas fueron recogidas por el semiólogo francés Henry Jay en 1942. Los psicólogos coinciden en afirmar que no aparecieron otras, pero sí nuevos escenarios.

Las tecnologías, por un lado, han supuesto para algunas personas un tipo de barrera porque Internet y las redes sociales hacen de pantalla y obstaculizan la detección de las fobias sociales. Se trata de una ansiedad que sufre el 13% de la población y que se da en mayor proporción en los adolescentes. "Llevamos tiempo viendo que las redes sociales están proporcionando un soporte a estas personas que tienen ansiedad social, de tal manera que no abordan directamente su problema al no tener contacto directo con las personas. En estos casos, la posibilidad de ser evaluado es mínima y es una barrera para afrontar problemas de timidez", explica Peñate. La fobia social empieza a aparecer cuando las personas se tienen que enfrentar a los demás. Hay quienes no soportan la idea del rechazo y el ridículo "y en los adolescentes el rechazo puede marcar la aparición rápida de un miedo incontrolado, sobre todo, la fobia social", recalca Peñate.

Simuladores para el tratamiento del pánico

Para combatir el pánico a los aviones, la realidad virtual es un recurso técnico y terapéutico de gran ayuda porque permite al paciente exponerse a las situaciones temidas, y actuar sobre ellas, "en un ambiente seguro, donde puede explorar libremente, sentir, vivir y revivir sentimientos y pensamientos, en la consulta, y sin sentirse observado por los demás", explica Esther Arandia, psicóloga del Instituto Burmuin de Bilbao.

Se trata de un entrenamiento intensivo para encarar los miedos en situaciones límite. El usuario dispone de diferentes escenarios, tales como viajar en metro o en ómnibus, recorrer un aeropuerto, pasear por supermercados, pasar por un túnel o subir en un ascensor. En cada uno, el paciente tiene la oportunidad de interaccionar con el ambiente, donde podrá escuchar conversaciones, pedir la parada y subir o bajar del medio de transporte. La empresa vasca Virtualware tiene en el mercado un software que permite recrear 90 situaciones de estrés. Centros de psicología de Bilbao, Madrid, Valencia y Castellón están tratando a sus pacientes con este programa que se llama Virtualret y tiene capacidad para combatir una gran variedad de miedos irracionales. Hasta ahora existían softwares específicos para algunas fobias, sobre todo la aerofobia, pero lo habitual es que los pacientes tuvieran que imaginarse las situaciones.

"Es importante destacar que es una herramienta guiada por el especialista. No puede utilizarse como autotratamiento y requiere una supervisión constante", recalca Unai Extremo, director general de Virtualware. Se trata de un proyecto inspirado en la empresa estadounidense Virtually Better, fundada por la psicóloga Barbara Rothbaum y el informático Larry Hodges, ambos pioneros en las técnicas para superar las diferentes modalidades del estrés post traumático.

Leire Goinetxea, de 23 años, probó la realidad virtual para superar la agorafobia que le diagnosticaron. Probó primero con fármacos pero no le fueron todo lo bien que esperaba. "Siempre cuesta dar el primer paso para superar un miedo, pero con estas terapias de realidad virtual se aprende a controlar, a respirar y a tranquilizarte", reconoce.

Rechazos comunes

Aracnofobia (miedo a las arañas). Las reacciones son exageradas incluso para las mismas personas.

Sociofobia (intenso miedo a ser juzgado negativamente en situaciones sociales). Más común en la adolescencia.

Agorafobia (temor a los espacios abiertos). Una de las fobias más incapacitantes.

Claustrofobia (miedo a quedarse confinado en espacios cerrados). Entre un 2% y un 5% de la población la padece.

Acrofobia (pánico a las alturas). No es un simple vértigo.

Emetofobia (fobia al vómito o a vomitar). Lleva a la persona a cambiar hábitos sociales y alimenticios.

Necrofobia. Miedo a la muerte y a los seres que han fallecido.

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