jueves, 14 de julio de 2011

Agorafobia


La agorafobia, a menudo erróneamente se piensa que es el miedo a salir fuera de la casa. A pesar de que muchas veces puede ser el resultado de esta fobia, no es una definición apropiada. En su fundación, esta fobia es el miedo de ocupar un lugar en donde la persona afectada no tiene ningún control, en el caso de un ataque de ansiedad. Es decir, no hay vía de escape inmediatamente accesible ni hay ninguna manera obvia de asistencia. Una persona que sufre de este temor, a menudo limita su exposición a un entorno en el que mantener un alto nivel de control (es decir, su casa). A continuación, vamos a explorar algunas de las causas de la agorafobia, cómo se manifiesta y los métodos utilizados para tratar la condición.

Causas

Aunque existe alguna evidencia de que la agorafobia es más frecuente en algunas familias que en otras (lo que implica una causa genética), la mayoría de los científicos de la conducta de acuerdo en que la condición es similar a otras fobias. Es decir, el miedo es el resultado de una reacción emocional aprendido a un evento traumático. Muchas personas que sufren de fobia a este informe que comenzó cuando fueron expuestos a un peligro percibido en un entorno que era desconocido para ellos. A menudo, la experiencia lo llevó a la ansiedad abrumadora y comenzaron a evitar la obsesiva cualquier situación en la que la experiencia podría repetirse.

Síntomas y diagnóstico

Cuando alguien que sufre de agorafobia se expone a un espacio abierto no familiarizados con las rutas de salida, a menudo experimentan síntomas similares a un ataque de ansiedad. Su corazón comienza a latir con fuerza y ​​el ritmo se acelera. La respiración es difícil. El sudor empieza a salir y emerger la sensación de náuseas. Aquellos que están gravemente afectados, incluso pueden experimentar dolores en el pecho y una sensación palpable de que pueden morir. A menudo, estos síntomas ocurren rápidamente y por lo general desaparecen en 30 minutos.

Tratamiento

Uno de los métodos más comunes (y efectiva) que se utiliza para el tratamiento de la agorafobia es la terapia de exposición gradual y estrategias de la desensibilización. Esta consiste en exponer a la persona a una serie de circunstancias que implican un nivel poco a poco en aumento de riesgo o peligro. Para algunos, este tratamiento puede comenzar con el simple hecho de salir de su casa. Para otros, más adelante en el tratamiento, esto podría implicar visitar un parque lleno de gente o un centro comercial. Muchas personas que sufren de esta fobia también practican la respiración profunda y ejercicios de relajación para manejar su ansiedad.

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