lunes, 11 de julio de 2011

La vida frente a una fobia

Son trastornos que pueden afectar a entre el 2% y el 13% de la población. Las fobias sociales aumentan por las mayores exigencias actuales
S. VALLEJO · L. GARCÍA | ACTUALIZADO 10.07.2011 - 01:00
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El miedo a montar en avión es de los más comunes.

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En las fobias a los animales predominan las de arañas y serpientes.

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Miedo al avión, a las tormentas, al fuego, a conducir, a enfermar, a la oscuridad. Son situaciones que causan pánico y estrés desmedido en algunas personas, que padecen lo que se llaman fobias. Pero hay miles, casi tantas como situaciones puede imaginar la mente: miedo a los ruidos, a caminar, a mirar hacia arriba, a ser escayolado, a las flores, a los números... Y las casi impensables como el miedo a las cáscaras de los cacahuetes, a las estrellas, a las flautas, al oro o a alguien con mal olor.

Son las denominadas fobias, palabra que deriva de fobos, pánicos, que era la personificación del miedo en la mitología griega. Las fobias se engloban en los trastornos de ansiedad. "La fobia es un miedo intenso y desproporcionado hacia cualquier tipo de estímulo que cursa con ansiedad y hasta con crisis de pánico. La fobia es un tipo de ansiedad", explica el psiquiatra Antonio Bordallo, de la Unidad de Salud Mental Málaga Centro.

Sus nombres son muy llamativos. Normalmente se construyen utilizando como prefijo el nombre de algo con su raíz griega que se suma a la palabra fobia. Pero, ¿cómo se hace fóbica una persona? "Pues rechazando lo que incomoda o genera ansiedad, no enfrentándose con esas situaciones", apunta Rafael Navarro, especialista de la Unidad de Gestión Clínica de Psiquiatría del Hospital San Cecilio.

Pueden aparecer en cualquier momento. No tiene por qué existir desde la infancia, aunque sí hay muchas teorías que ponen precisamente en los primeros años de la vida el origen de muchos miedos de los adultos. Bordallo apunta que generalmente aparecen al final de la infancia y la adolescencia. Pero hay que distinguir fobia de miedo. La fobia genera un rechazo total al elemento o situación que la provoca y llega a incapacitar a la persona que la sufre porque no puede enfrentarse a ella y porque causa incluso problemas de salud como palpitaciones, sudor y hasta pérdidas de consciencia. "Fobia es cuando provoca un malestar importante y limita a la persona. Casi todas las fobias están desencadenadas por cosas potencialmente peligrosas", sostiene Bordallo. Hay tres grandes grupos de fobias. Agorafobia, fobias simples y fobia social.

La primera agrupa todas aquellas en las que el individuo ve falsamente comprometida su posibilidad de huida. Puede tener fobia a los transportes públicos, a hacer cola, a alejarse de casa, a lugares abiertos, e incluso a verse atrapado en una caravana de coches. "Es la más limitante porque condiciona la vida", apunta Bordallo. Puede padecerla hasta el 1,8% de la población y hasta el 6% de las personas a lo largo de su vida.

Las fobias simples son a algo muy concreto. A las cucarachas, a la sangre, a las inyecciones, a las alturas, a la oscuridad... "Casi todo el mundo tiene alguna, pero son las menos limitantes porque son fáciles de evitar. Éstas pueden llegar a padecerlas hasta el 11% de la población.

Las fobias sociales son aquellas en las que el sujeto padece un miedo extremo e injustificado, por ejemplo, a hablar en público o a conocer gente nueva. Hay distintas estimaciones que las sitúan entre el 3 y el 13% de prevalencia. Según los especialistas, las fobias sociales están eclosionando porque en la actualidad las exigencias en este sentido cada vez son mayores.

Navarro explica que la reacción del fóbico puede ser la de evitar totalmente la situación o el elemento que genera la fobia o la de valerse de amuletos u objetos con los que se siente seguro y cree que puede superar esta situación. Pero estas soluciones no son válidas porque con ninguna de las dos se supera la situación ni tampoco se eliminan los efectos vitales o sociales que puede tener la fobia. La solución es el tratamiento especializado dirigido por psiquiatras al ser un trastorno de ansiedad relacionado con la salud mental.

¿Pero cuándo hay que consultar a un especialista? Bordallo contesta que cuando la fobia limite la vida del sujeto. Por ejemplo, si se tiene fobia a la oscuridad, bastará con dormir con luz o con la puerta entreabierta. No hará falta ir al psiquiatra. Pero si el miedo a las cucarachas provoca que una persona deje de salir de casa, es hora de acudir al especialista. "Hay que consultar cuando repercute en su funcionalidad", aconseja Bordallo.

Existen algunas muy concretas que no tienen mayor importancia ni repercusión en la vida cotidiana, pero hay otras que no deben minimizarse ya que pueden conducir al alcoholismo o combinarse con ansiedad y depresión.

Muchas personas con fobias no consultan a un especialista, sino que adaptan su vida a ella. Navarro explica que suelen recurrir a la rituales personales o fetiches para superar lo que temen. Hay fóbicos que echan mano de talismanes u objetos que les dan sensación de seguridad y que no son más que un sistema de autoconvencimiento de que no va a pasar nada. "Es como el que se pone la misma ropa para un examen, utiliza el mismo bolígrafo o se pone los mismos zapatos cada vez que monta en avión. No hacen nada, pero ayudan psicológicamente al fóbico a superar la ansiedad que le genera la situación", sostiene el psiquiatra del Hospital San Cecilio. Pero la solución no es ni esquivar la situación ni asirse a un amuleto, sino consultar a un especialista porque hay tratamiento. Éste suele ser cognitivo-conductual para que la persona se pueda enfrentar de forma gradual a la situación a la que teme. "Es decir, para que sea capaz de vencer ese miedo", explica Bordallo. Este tratamiento suele ser suficiente en las fobias simples. Pero a veces, en la agorafobia hay que recurrir además a fármacos.

Hay algunas fobias archiconocidas, como la claustrofobia, pero hay otras tan insólitas como rebuscadas. Por ejemplo, la trihexafobia que es el miedo irracional al 666.
1 COMENTARIO
  • 1Roberto Neumann 10.07.2011, 16:23
    www.partenon55.wordpress.com

    Este articulo me encanto porque explica con suma claridad la existencia de los tres grupos dentro de los cuales se clasifican todas las fobias. Yo padezco de fobia social y por lo tanto articulos como este, escritos por personas serias y bien informadas, son un aporte real y valioso que me ayudan a comprender el contexto general de mi enfermedad. Ojala que todas las personas que escriben articulos en internet sean tan responsables.

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